AESA NOS DEJA SOLOS FRENTE EL CORONAVIRUS

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Tras la carta enviada por el presidente del Real Aero Club de España el pasado 12 de marzo pidiendo medidas especiales para la aviación general por la crisis, llega ahora la respuesta “…nos gustaría informarle de que en este momento no está prevista la emisión de exenciones adicionales para cubrir dichos supuestos”. En esta frase se resume el nulo apoyo y la flexibilidad de AESA con la aviación general.

Como ya publicamos hace dos semanas, el jueves 12 de marzo el presidente del Real Aero Club de España envió una carta al director general de Aviación Civil y a la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, solicitando medidas extraordinarias en el ámbito aéreo.

Entre otras se solicitaba la posibilidad, de que, dada la suspensión de la actividad formativa presencial por parte de las escuelas, se adopten las medidas para facilitar (sin necesidad de aprobación previa o modificación de los manuales) impartir la formación teórica a distancia.

También se pidió una prórroga de todas las habilitaciones y certificados médicos de forma extraordinaria por 6 meses. Además, la extensión de los certificados de aeronavegabilidad y programas de mantenimiento, así como suspender los periodos de validez de los conocimientos teóricos, los tiempos para completar los exámenes, etc.

Nuestra carta coincidió, ese mismo día, con una resolución de AESA sobre la suspensión de los exámenes electrónicos oficiales de las licencias no comerciales y del aplazamiento de los plazos legales, modificándose el día 16 con la suspensión total de los exámenes oficiales.

Y por fin el 18 de marzo llega una resolución de la dirección de AESA para la extensión de los periodos de validez de las licencias, habilitaciones, certificados de tripulaciones de vuelo, instructores, examinadores, poseedores de licencias de mantenimiento de aeronaves y controladores de tránsito aéreo. Cuando esperanzados por la rápida respuesta de AESA leemos la resolución, nos damos cuenta de que todas las licencias de aviación general (no profesional) y los trabajos aéreos habían quedado fuera… como siempre.

Hace unos días, el 27 de marzo, llegó la CONTESTACIÓN DE AESA AL ESCRITO DEL REAL AERO CLUB DE ESPAÑA Y DE AOPA SPAIN. Sorprendentemente la carta empieza aclarando que en la resolución aprobada el 18 de marzo se excluían las licencias no profesionales y los trabajos aéreos… como si no hubiésemos sido capaces de entender ese documento.

La carta continúa con la novedad de la orden publicada en el BOE del 25 de marzo por el que se adaptan medidas extraordinarias de flexibilidad para todas las actividades de trabajos aéreos dedicados a emergencias, como ya se debería de haber incluido el 18 de marzo.

Para decir a continuación a todo el sector de la Aviación General que “En el resto de los casos que están fuera del ámbito de los documentos anteriormente mencionados, nos gustaría informarle de que en este momento no está prevista la emisión de exenciones adicionales para cubrir dichos supuestos. En este sentido, AESA está analizando posibles medidas para que, una vez superado este periodo de limitaciones y restricciones, las actividades de la aviación no comercial puedan retomarse lo más rápidamente posible.”

Otra vez más, solo buenas palabras para la aviación general. Nuestras autoridades podrían leer las resoluciones de nuestro vecino Portugal (ANAC), en el que ha incluido la flexibilidad de plazos para todo tipo de licencias y certificados médicos, incluidas las de piloto de ultraligero.

En cuanto a la ampliación de los plazos en los certificados de aeronavegabilidad y los programas de mantenimiento, en la carta de respuesta podemos leer que “AESA está estudiando actualmente estos puntos en colaboración con el resto de las autoridades y con EASA en busca de una respuesta estandarizada e informará tan pronto haya novedades.”, o sea que por ahora nada

Y ya en el final de la carta, para rematar, mencionan que sí se puede dar formación teórica mediante medios telemáticos… eso sí siempre que las escuelas (ATOs) modifiquen todos sus manuales de formación, y que como siempre AESA los apruebe. Un procedimiento evidentemente “rápido y eficaz” (y esperamos que se entienda la ironía) para poder solucionar una necesidad inmediata que están teniendo todas las escuelas desde hace semanas. A este respecto podrían fijarse por ejemplo en las medidas tomadas por la autoridad aeronáutica suiza (BAZL), la que, al prohibir las clases presenciales, de forma automática ha autorizado las clases a distancia.