OTRA DECEPCIÓN CON EL ESPACIO AÉREO, AHORA CON EL TMA DE MADRID

OTRA DECEPCIÓN CON EL ESPACIO AÉREO, AHORA CON EL TMA DE MADRID

El 20 de junio se ha publicado en el AIP el nuevo TMA de Madrid, que tras muchas reuniones con la administración, no se ha conseguido una mejora significativa de su diseño para la aviación general.

Muchas reuniones en los últimos años entre los organismos reguladores y las asociaciones que defienden la supervivencia de la Aviación General, como el Real Aero Club de España, que siempre generan esperanzas de que las cosas van a cambiar… pero una vez más el sector se lleva una gran decepción y la sensación de pérdida de tiempo ante tanto trabajo tirado a la basura.

Hace pocos días se publicó en el AIP el nuevo TMA de Madrid, que tras reuniones periódicas con la administración ha supuesto una nueva decepción, ya que se mantienen, salvo pequeñas mejoras en algunos sectores, las grandes restricciones sobre la actividad de la aviación general y deportiva. Y en muchos casos simplemente por dejar unos márgenes de seguridad hacia la aviación comercial muy superiores a los que definen las normas y que utilizan los países de nuestro entorno, y no digamos ya en USA. Y todo en detrimento de la Aviación General, que es obligada a volar a unas alturas nada seguras. El TMA de Madrid es la zona terminal de Europa de dimensiones más extensas, con un abuso desmedido de uso de espacio aéreo clase A (el único donde está prohibido el vuelo VFR).

Y por si fuera poco, versión tras versión del TMA se van repitiendo los mismos errores e imprecisiones que dificultan su utilización por parte de los pilotos. Un ejemplo de esto son los sectores A, B y C al este de la Base de Torrejón, con una denominación de “sector prohibido VFR” que no corresponden a ninguno de los espacios aéreos aprobados internacionalmente por la OACI. El resultado es que las cartas aeronáuticas que se publican en el resto del mundo, tomando como base la información del AIP, acaban conteniendo imprecisiones, que hace difícil a un piloto de otro país interpretar correctamente estas zonas cuando llegan por primera vez al TMA de Madrid.

Además, el TMA de Madrid sigue teniendo una gran complejidad con sectores de formas de lo más irregulares, que en el papel pueden quedar “muy bonitas” pero que luego tienen que ser interpretables de forma fácil por un piloto que se encuentra solo a los mandos de un pequeño monomotor.

Pero los grandes perjudicados son el sector del vuelo a vela. Con sectores en los que se han reducido las altitudes máximas, como por ejemplo la Sierra de Guadarrama, que afecta especialmente a los aeródromos de Fuentemilanos y Somosierra, lo que cada vez hacen más difícil el vuelo de los planeadores. Y como si se hiciera “para fastidiar”, se aprueba el nuevo TMA de Madrid en el inicio de la temporada de verano, momento en que todos los pilotos que vienen del resto de Europa a disfrutar de nuestro clima y un espacio aéreo poco saturado en comparación con el centroeuropeo llegan para encontrarse con un montón de cambios y nuevas limitaciones en el espacio aéreo, lo que dificulta cada vez más el desarrollo de su actividad.

En él, sector de la aviación general y deportiva estamos muy por debajo del desarrollo de los países europeos de nuestro entorno. Y está claro que no es un tema económico, ni climático, ni de congestión del espacio aéreo, sino que se debe a una sobrerregulación llevada a extremos por nuestras autoridades aeronáuticas. Esta regulación impide que España sea la Florida de Europa, donde se podría concentran el grueso de la formación aeronáutica de europea. De todas maneras tenemos que romper una lanza a favor de algunos de los representantes de la administración, que en muchas ocasiones se encuentran de manos atadas ante las rigideces de su entorno.

Por poner un ejemplo de las diferencias con Portugal, Francia, Italia o Inglaterra, con motivo de la final de la Champions League en Madrid el pasado mes de junio llegaron muchos aviones privados, que saturaron la capacidad para este tipo de aeronave del aeropuerto de Barajas, y fueron desviados al de Cuatro Vientos. En esta ocasión tuvimos oportunidad de hablar con algunos de los pilotos y no daban crédito a que Madrid, la capital de España, no tuviese un aeropuerto con aproximaciones instrumentales para aviones de pistón.

Por todo ello, la administración y las empresas semipúblicas que gestionan el sector no debe olvidar que su deber es ayudar a la aviación en su conjunto, y no preocuparse únicamente de la aviación comercial que les generan más ingresos. Está claro que hay ciertos sectores que son pequeños, pero que no se pueden dejar de lado, y precisamente para eso están los impuestos de todos, para que estos organismos no solo “invierta” en sectores con retorno, sino que ayude también a los menos rentables.

Y no hay que olvidar que la aviación general es la cuna donde se han formado todos los pilotos comerciales… y no hay nada más denigrante para una persona que olvidarse de sus orígenes.