Se cumple la primera fase del vuelo científico de vuelta al mundo, SkyPolaris, de Michel Gordillo

Se cumple la primera fase del vuelo científico de vuelta al mundo, SkyPolaris, de Michel Gordillo

El pasado 19 de febrero despegó desde el aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos el avión RV-8 experimental de Miguel Angel Gordillo, con el objetivo de realizar una vuelta al mundo a través de los polos, como misión científica para medir los niveles de hollín atmosféricos, y conseguir varios records aeronáuticos. Esta primera etapa de su proyecto SkyPolaris, largamente madurado, ha llevado a piloto y aeronave desde España a Senegal, Brasil, Colombia, México, casi EEUU, Canadá, el cruce del Polo Norte, Noruega, Alemania y nuevamente España, donde llegará el próximo lunes 25 de abril. En las siguientes etapas el piloto realizará los vuelos por Asia y África para cruzar el Polo Sur, completando así su vuelta al mundo. Esta primera fase del vuelo científico alrededor del mundo de Miguel Angel Gordillo, que se inició el 19 de febrero en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid, va a terminar el lunes 25 de abril nuevamente en el aeropuerto decano de España. Esto después de que el Van’s RV-8, un pequeño avión experimental de menos de 1.500 kg de peso (y construido por el propio piloto) equipado con material científico para medir en vuelo la concentración de hollín atmosférico, haya ya cruzado el Océano Atlántico y atravesado el Polo Norte.

Este vuelo científico cuenta con el apoyo del Real Aero Club de España y de ACCIONA , que se suman nuevamente a un proyecto que contribuya al estudio de la atmósfera para aportar soluciones próximas, en pos de un aire más limpio.

SKYPOLARIS
El proyecto SkyPolaris, largamente madurado y preparado, va a suponer todo un desafío, ya que va a ser la primera vez que un avión de un solo motor y que pesa menos de 1.500 kg consiga dar la vuelta al mundo por los polos. Y sin olvidar el reto que supone conseguir los permisos de sobrevuelo de todos los países que ya empieza a recorrer Michel. Y especialmente el sobrevuelo de las zonas polares con las autorizaciones del Comité Polar Español (CPE), un proceso que ha llevado más de un año. Este organismo constituye, desde 1998 la Autoridad Polar Española, coordinando todas las actividades de nuestro país en las zonas polares, al pertenecer España al Tratado Antártico (desde 1982) y al Consejo Ártico (desde 2006).

Tras la salida de Madrid la primera etapa llevó a Michel sin incidencias hasta Jerez de la Frontera. El día 20 de febrero partió hacia Senegal por una ruta sobre el mar, ya que había condiciones de engelamiento sobre Marruecos, pasando cerca de las Islas Canarias y sobre Mauritania hasta Dakar, en un vuelo de más 3.200 km en un vuelo de 11:16 horas. Como «anécdota» la parada de motor en pleno vuelo al vaciarse completamente uno de los depósitos… en 10 segundos el motor estaba funcionando nuevamente con normalidad, aunque según comenta el propio Michel, «pareció mucho más tiempo».
CRUZANDO EL ATLÁNTICO
El siguiente vuelo comenzó el 24 con la travesía del Atlántico, entre Dakar y Natal en Brasil ¡3.010 km y 13 horas de vuelo en un pequeño monomotor! Y los primeros sorprendidos, los controladores, que en todos los vuelos hasta el momento no se podían creer la autonomía del avión. El inicio del vuelo fue complicado con la burocracia (planes de vuelo rechazados, comunicaciones en HF, autorizaciones canceladas, etc.) y con casi tres horas de retraso sobre el horario previsto. Durante el vuelo, las labores de un piloto solo al mando al tanto del pilotaje, la navegación, las condiciones meteorológicas, el manejo de los depósitos de combustible y las comunicaciones. Y sobre esto otros problemas, ya que a pesar de las pruebas en la pista antes de la salida con la radio HF, en vuelo dejó de funcionar teniendo que dar sus reportes de posición a través de un teléfono vía satélite con la torre de Dakar, que hacía de relé con los controladores oceánicos… menuda aventura. Y tras 13 horas por fin en Brasil.

LA SELVA BRASILEÑA
La siguiente etapa hacia Belem (también en Brasil), un vuelo de 1.600 km, esta vez no sobre el agua, sino sobre la selva amazónica brasileña que comenzó el día 29 de febrero, y en el que estuvo en vuelo 5:20 horas. Los principales problemas con la meteorología y las tormentas que se fueron formando en el camino, y que retrasaron su aterrizaje en Belem ya que tuvo que esperar por los alrededores a que fueran pasando. En Belen conoció las historias de los «pilotos de la selva» y los peligros que se corren volando sobre la Amazonia. Como le dijeron, fundamental un cuchillo y una cuerda de por lo menos 30 metros para en el caso de un aterrizaje de emergencia en lo arboles (y sobrevivir), poder bajar del avión hasta el suelo… y rezar para que no haya fauna salvaje esperándote.

El 4 de marzo, tras unos días de descanso, un salto hacia Santarem, un vuelo de poco más de 1 hora, un paseo después de los vuelos anteriores. Y desde allí el día 5, 613 km hacia Manaus, otro salto de algo más de 1 hora. Y todavía en Brasil, menudo tamaño tiene este país. Como comparación, este último vuelo para hacerlo en coche duraría ¡33 horas y habría que hacer 2.133 km!… para trasladarse en la selva es más facil hacerlo en avión que en coche. Y la siguiente etapa hasta Boavista, ciudad a la que llegó tras sortear un buen número de tormentas.
EL SALTO ANGEL
El 11 de marzo Michel dejó ya Brasil camino de Medellín en Colombia, pero pasando por el famoso Salto Angel en Venezuela, un trayecto total de unas cuatro horas y unos 985 km de recorrido. Y por fin cumplió su sueño, mojar las alas de su RV-8 en las aguas del Salto del Angel, la cascada más alta del mundo con 979 metros de altura. La llegada a Colombia desde Venezuela no es facil, ya que hay que atravesar los Andes, lo que no es una tarea sencilla para un avión con un motor atmosférico y cargado. Los 19.000 ft que había que alcanzar estaban al límite de las prestaciones del avión. Una vez en Medellín más papeleo, unas 5 horas le costaron los trámites de aduana.

Durante todo estos días de vuelo el mini-aethalómetro (A33-avio), instalado en el avión, ha sido capaz de medir en vuelo la concentración de hollín de lugares muy remotos y de los que no se tienen datos. Una información muy interesante para el Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía y la Universidad de Granada, las entidades que recopilan y estudiaran los datos obtenidos por el avión.

GUATEMALA Y MÉXICO
Para el 18 de marzo, el avión se dirigió hacia su destino final en Guatemala, tras sobrevolar Panamá, Costa Rica, Nicaragua y El Salvador. Una ruta que le llevó unas 9 horas. Tras unos días en Guatemala descansando y revisando el avión (que también necesita sus cuidados), el día 23 partió hacia Tapachula (México) a unos 320 km. Antes de dejar Guatemala, un espectacular vuelo por la zona de los volcanes. A la llegada a Tapachula, trámites de aduana, y a continuar el día siguiente hasta el aeropuerto de Huatulco. Y el 25 de marzo hacia Toluca, cerca ya de Ciudad de México. Un vuelo en continuo ascenso desde el aeropuerto de salida a nivel del mar a los 2.500 metros del de destino. Y en el aeropuerto de Toluca un recibimiento a lo grande, con dos camiones de bomberos haciendo un «arco de agua».

PROBLEMAS DE ENTRADA EN USA
El día 4 de abril otro salto a la ciudad de Reynosa, cerca de la frontera con USA, para hacer tiempo para ver si llegaba el visado de entrada, ya que Michel tenía cumplimentado el trámite de entrada normal (ESTA), pero que no es válido al entrar en un avión privado. Como dice el muchas veces la aventura de una vuelta al mundo no es el vuelo, es conseguir los papeles para hacerlo. Llamadas de teléfono y mil trámites (embajadas, consulados o gestiones por parte de conocidos en USA) para conseguir no sirvieron para conseguir el visado de urgencia. Incluso con una autorización provisional para aterrizar en Estados Unidos al otro lado de la frontera, aunque una vez allí esa autorización provisional fue cancelada por un supervisor, y tuvo que volver a México, esta vez al aeropuerto de Matamoros. Una aventura muy resumida, pero que hizo pasar a Michel unos días malos, por la intransigencia de una sola persona. El problema principal: no poder aterrizar en Florida y acudir al salón Sun’n Fun de Lakeland donde estaba invitado, y con medios de comunicación esperándole, y a los que tuvo que dar plantón.

Pero Michel no se podía quedar en México esperando, así que un nuevo plan. Un salto desde México hasta Freeport (Bahamas) y desde allí directamente hasta Canadá. El 10 de abril partía de estas islas del Caribe, para llegar a Windsor en Canadá, tras 1.770 km de viaje y 9:30 horas de vuelo. Y aunque salió de las islas con ropa para algo de frio, al final las temperaturas bajaron más de lo previsto y llegó a Canadá tiritando. Tras unos días allí, otro salto al norte de Canadá a Ranking Inlet, donde llegó el día 12 de abril, eso sí, con temperaturas de -23ºC. Y el 13 de abril llegada a Resolute, ya en pleno Círculo Polar Ártico y a 1.600 km de aeropuerto anterior.
CRUZANDO EL POLO NORTE CAMINO DE EUROPA
Y en Resolute le esperaba su gasolina encargada para el vuelo «estrella» de esta primera parte de su aventura: sobrevolar el Polo Norte. El día 14 alcanza el Polo Norte sobre las 22:50 UTC, llegando el día 15 a Longyearbyen en Noruega, tras volar 12 horas seguidas sobre uno de los lugares más inhóspitos de la tierra. Y encima con problemas con los equipos de navegación por la posición geográfica y el frio (y sin brújula que no sirve ahí), lo que le obligó durante un tiempo a navegar ¡orientándose con el sol!

El día 16 otro salto a la ciudad noruega de Aalesund en el que cambio completamente el paisaje helado, por el verde y el azul de los fiordos noruegos. Y ya el 18 llegaba a la ciudad alemana de Wurzburg, donde se encuentra actualmente. Desde aquí, y si el tiempo lo permite pasará por la ciudad de Friedrichshafen donde actualmente se está celebrando el salón más importante de aviación general y deportiva en Europa: Aero Friedrichshafen. Y para el día 25, su esperada llegada a Madrid, para que piloto y máquina se tomen un merecido descanso.

ACERCA DEL PROYECTO CIENTÍFICO SKYPOLARIS
El Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía y la Universidad de Granada, en colaboración con la firma Aerosol d.o.o., da soporte científico al vuelo que Michel Gordillo está haciendo en un avión ligero alrededor del planeta en un avión ligero. El avión irá equipado con un mini-aethalómetro (A33-avio), capaz de medir en vuelo la concentración de hollín. Este dispositivo permite distinguir las fuentes del hollín, discriminando si se originó en la quema de combustibles fósiles o de biomasa. El vuelo permitirá monitorizar el hollín en lugares remotos, y sobrevolará ambos polos en un intento de alcanzar un mejor conocimiento sobre este agente del calentamiento global.

El avión elegido para servir de plataforma científica es un avión Van’s RV-8 construido por el propio piloto, y especialmente adaptado para este proyecto. Ha sido optimizado para ser eficiente y ecológico, y permitirá alcanzar los lugares más remotos del planeta gracias a su autonomía de 26 horas, y alcance de 6.250 Km. Además, está dotado de todos los equipos necesarios para el vuelo y la navegación, así como para la supervivencia marítima y polar.

De acuerdo a los resultados científicos, el Calentamiento Global que experimenta el planeta desde el inicio de la era industrial está originado en la actividad humana. En especial los gases de efecto invernadero, entre los que destaca el dióxido de carbono, que producen un calentamiento paulatino, parcialmente contrarrestado por las emisiones de pequeñas partículas que componen el denominado aerosol atmosférico. Estas partículas, que son emitidas por la naturaleza pero también por la actividad humana, reflejan la radiación solar hacia el espacio y compensan parcialmente el aumento del efecto invernadero. No obstante entre las emisiones de partículas antropogénicas se incluye el hollín, también denominado carbono negro, producido en procesos de combustión incompleta, que absorbe intensamente la radiación solar y produce un efecto de calentamiento atmosférico.

De este modo este aerosol antropogénico suma su efecto de calentamiento planetario al de los gases de efecto invernadero. Las investigaciones científicas lo señalan como el segundo componente atmosférico más importante en el calentamiento global, con una contribución que puede alcanzar entre el 20 y el 40%, con una gran heterogeneidad espacial. Este aerosol puede transportarse a grandes distancias dado su carácter inerte, produciendo sus efectos de calentamiento muy lejos de su lugar de emisión. Las zonas polares son especialmente vulnerables a los efectos del hollín, ya que su deposición sobre las superficies cubiertas de hielo y nieve oscurece estas superficies altamente reflectantes, contribuyendo a un aumento de la absorción solar, su mayor calentamiento, y de este modo a la fusión de las mismas.
ACERCA DE MIGUEL ANGEL GORDILLO
Miguel Ángel Gordillo, que nació en Camerún en 1956, se interesó por la aviación con apenas siete años de la mano de Le modèle reduit d’avion: una revista de aeromodelismo que descubrió mientras vivía con sus padres en Camerún. Su padre se llamaba Joaquín y había llegado a África de la mano de las milicias coloniales, que lo destinaron en 1945 a Guinea Ecuatorial. Al terminar el servicio militar, se mudó a Camerún.

Camerún era todavía una colonia francesa pero todo estaba a punto de cambiar. La independencia disparó la violencia contra los blancos y la familia se mudó primero a Cannes y luego a Madrid. El primer avión en el que voló Gordillo fue uno de Iberia: de Malabo a Madrid para hacer la primera comunión. Unos años después, se subió a una avioneta en un aeródromo, y empezó a frecuentar la escuela de aeromodelismo y las exhibiciones de la patrulla acrobática, donde le fue llegando la pasión por volar.

Se graduó como piloto militar en 1979. Durante siete años voló en la patrulla marítima del Ejército del Aire (P-3 Orión), y concluyó su servicio con unos meses en el llamado «Escuadrón del Rey», donde volaba el Falcon 20, transportando ministros del gobierno y miembros de la Casa Real.

A Gordillo le tocó elegir entre ascender en el escalafón del Ejército del Aire, dejando de volar, o aceptar un empleo en Iberia. Optó por la segunda opción porque le permitía seguir volando, renunciando así a la carrera militar. Gordillo hizo vuelos comerciales de corto y largo recorrido.

En 1998 inició su primera aventura «Vuelo hacia el Amanecer» para realizar un viaje a través de Europa y Asia para alcanzar Norteamérica. El viaje terminó en Oshkosh (EEUU) en la feria más importante de la aviación amateur y experimental. En este viaje recorrió 29.720 km en 222:04 horas (53 días) con un Kitfox IV. Y su siguiente aventura fue su primera vuelta al mundo en 2001, con el patrocinio de Iberia y apoyo del Ejército del Aire, con el objetivo de conmemorar el 75 aniversario de los grandes vuelos de la Aviación Española. En este viaje recorrió 38.412 km en 171:51 horas de vuelo (44 días), a los mandos de un MCR01. Este viaje ya supuso el record de una vuelta al globo en un avión monomotor, y con solo 6,6 metros de envergadura.

En el año 2006 por desavenencias con la compañía termina su carrera como piloto comercial, jubilándose a los 58 años de edad. Y fue en esos años cuando inició la construcción de su tercer avión experimental, el actual Van’s RV-8, pensando ya en esta segunda vuelta al mundo, esta vez atravesando los polos.